El turismo místico-esotérico en
síntesis de una perspectiva etnográfica
MYSTIC ESOTERIC TOURISM IN URITORCO ZONE (
Alejandro Otamendi[1]
Resumen: Este artículo sintetizará el proceso
histórico de construcción social y los cambios producidos en las
representaciones simbólicas de los habitantes de la localidad turística de
Capilla del Monte (Córdoba, Argentina), a partir de la aparición de nuevos
marcos de significados en las últimas dos décadas. Asimismo se describirá
brevemente, desde una perspectiva etnográfica, cómo los turistas esotéricos,
los “nuevos capillenses” (o residentes de la última oleada migratoria), y los
organismos públicos de turismo locales, colaboraron de distintas formas en el
origen y surgimiento de una región simbólica particular denominada:
Palabras
clave: Turismo místico-esotérico. Perspectiva etnográfica. Capilla del
Monte (Córdoba, Argentina).
Abstract:
This article aims to synthesize the
social construction and changes held in symbolic representations of Capilla del
Monte dwellers, during the last two decades at that tourist area in
Key-words: Mystic-Esoteric
Tourism.
Ethnographical Approach. Capilla del
Monte (Córdoba, Argentina).
La
localidad de Capilla de Monte tiene unos doce mil habitantes aproximadamente y
está ubicada hacia el norte en el Valle de Punilla, el cual limita hacia el
oeste con las Sierras Grandes y hacia el este con las Sierras Chicas, en la
provincia de Córdoba, Argentina. La principal actividad económica que se
desarrolla allí en la actualidad es el turismo, y cuenta con una amplia
infraestructura hotelera y de servicios para sus visitantes. A tres kilómetros
de esta pintoresca localidad se alza el cerro Uritorco (1.979 mts. sobre el
nivel del mar), el cual posee la cumbre más elevada de las Sierras Chicas y un
discurso místico-esotérico muy particular que lo circunda.
En
este artículo se describirán los cambios producidos en las representaciones
turísticas de la localidad como consecuencia de la migración constante, en los últimos veinte años, de un importante
número de personas vinculadas a la temática de la ovnilogía (conocimiento de
los platos voladores) y enroladas en el movimiento religioso de
En las vísperas de la colonización hispánica, la
región de Punilla estaba ocupada por los comechingones, grupo aborigen que se
distribuía hacia el oeste de las Sierras Chicas hasta el límite de la provincia
de San Luis donde comenzaba el territorio de los Huarpes (GONZÁLEZ, 1976),
estimándose su población alrededor de los 30 mil habitantes (SERRANO, 1945).
Practicaban la agricultura mediante la irrigación artificial de los cultivos
como actividad económica principal, aunque también se dedicaron a la cría y
pastoreo de llamas, la caza, la recolección, y la pesca en menor medida. Una de
las características más peculiares de dichos indígenas fue su aspecto físico:
“eran morenos, altos y con barbas como los cristianos”, comenta el cronista
español Diego Fernández (PICCOLO, 1994, p. 30). En cuanto a su organización
política se distribuían en pequeñas jefaturas o parcialidades, formadas por
varias “familias extensas” de filiación patrilineal, y agrupadas bajo la
autoridad de un Cacique de alta jerarquía (MARTÍNEZ SARASOLA, 2005).
Los
primeros aventureros españoles que se internaron en la región provenían del
Perú y del Tucumán, y algunos de ellos
estaban motivados por la leyenda de
[…] venían impresionados por el relato que hicieron
en Lima los soldados de la expedición de Francisco de César […] el oro, la
plata, las esmeraldas […] La soñada Tierra de los Césares llamada también
Trapalanda, Yungulo, Lin-Lin, la ubicaban en las Sierras de Córdoba, en el
Valle de
Jerónimo
Luis de Cabrera junto con sus capitanes - habiendo invertido en soldados,
carretas, bueyes y caballos- ingresó por el norte de la provincia hasta el río
Suquía o Río Primero en donde tuvo lugar la fundación de Córdoba el 6 de julio
de 1573 (BISCHOFF, 1979). La región fue bautizada como “Córdoba de
Años
después comenzaron los repartos de encomiendas y mercedes[2] por las
autoridades del Tucumán, formando grandes latifundios y estancias que luego,
con el correr del tiempo y sucesivas divisiones de los herederos, darían origen
a muchos pueblos serranos contemporáneos. De este modo, en 1575 el área que
actualmente ocupa la localidad del Capilla del Monte fue entregada como merced
a Lucía González Jaimes, hija de Bartolomé Jaimes quien había sido uno de los
capitanes de J. L. Cabrera y cofundador de Córdoba de
Por
ese entonces era común que terratenientes y encomenderos tuvieran sus propios
oratorios y capillas. El propietario de
Las
misiones Jesuíticas[4]
instaladas en los alrededores de Córdoba fundacional, tenían el firme propósito
de inculcar la religión cristiana a los grupos aborígenes (BISCHOFF, 1979).
Muchos de los comechingones sucumbieron frente a las diferentes pestes y
enfermedades contagiadas por nuevos colonizadores. Otros se negaron a aceptar
la servidumbre y se rebelaron frente a las exigencias de los encomenderos,
demostrando una elaborada capacidad guerrera, pero fueron violentamente reprimidos.
Mientras tanto, la viruela, el hambre y los trabajos forzados lograron que en
menos de cien años del inicio de la conquista, los comechingones resultaran
diezmados. Su talento como tejedores los condenó a trabajos forzados en las
hilanderías, y con el tiempo fueron mezclándose con los españoles y pasaron a
integrar el personal de las estancias como peones rurales, perdiendo sus
valores y símbolos culturales tradicionales. Se estima que para mediados del
siglo XVIII, los comechingones como pueblo y cultura habían desaparecido (SERRANO,
1945).
Con
el advenimiento del ferrocarril (1892) y en los albores del siglo XX, Capilla del
Monte fue tornándose centro de interés vacacional para algunas familias
adineradas de Buenos Aires, Rosario y de Córdoba capital. Poetas y artistas
como Fernando Fader y Enrique Muiño tenían prolongadas estancias en sus quintas
vacacionales de Ischilin y Capilla del Monte siendo fuente de inspiración para muchas de sus obras. También Lisandro de
La
actividad ganadera y agrícola de las antiguas estancias continuó a lo largo de
los años aunque nunca logró una producción a gran escala. Sin embargo, dentro
del plano económico comenzó a crecer la actividad comercial y la localidad fue
poblándose por españoles, árabes y alemanes, entre otros.
Durante toda la primera mitad del siglo XX, Capilla
tomó una iniciativa de avanzada en el desarrollo de las obras públicas. Hacia
la década del veinte se construye la primera usina eléctrica y en 1925 se
instala la línea telefónica. Luego fueron surgiendo fábricas de ladrillos,
mosaicos, carpinterías y herrerías que facilitaron la construcción de las casas
de veraneo y el pueblo en general. De esta manera fue conformándose la
disposición edilicia en derredor de
En la segunda parte del siglo XX hubo otras
actividades económicas como la extracción de agua mineral (Fuente Mineral San
Salvador, en la actualidad cerrada). Por otra parte, el nacimiento de la
industria metalúrgica tuvo su lugar en Capilla con
Ya
en los setenta se favoreció el turismo de los sindicatos o turismo gremial
construyendo hoteles de los sindicatos de gasistas, gastronómicos y otros
rubros al igual que en otras localidades de Córdoba. La ruta nacional Nº 38 que
une Carlos Paz y Cruz del Eje ya estaba concluida cuando dejó de funcionar el
tren en 1979. Una gran cantidad de empresas de ómnibus funcionaba por el
interior de Córdoba y provenientes de Buenos Aires.
En
los comienzos de los ochenta, Capilla del Monte ya se había consolidado como
una pequeña comunidad turística del Valle de Punilla. La formación rocosa
llamada El Zapato, ubicada a un
kilómetro del área céntrica capillense, era el “escudo de la localidad” (CURSIO, 2001, p. 7) [8] o el
atractivo más importante, ya que en torno a ésta se instaló una infraestructura
compuesta de comercios, entretenimientos, restaurantes, vendedores ambulantes y
estacionamientos para micros, denominada Complejo
Turístico El Zapato. En tal sentido, Sergio Mayor (1981, p. 53-54) lo distingue de la
siguiente manera,
Al pie del Zapato, que se destaca
sobre una enorme roca, símbolo de la villa, que parece esculpido por la mano
del hombre, hay un viejo rancho donde se encuentra un hombre lleno de sabiduría
y sentencioso como un gaucho. Llegar a la casa de Santucho, comer una empanada
y tomar un vino es descubrir el pasado y presente de Capilla del Monte.
Recorriendo los alrededores, entre moles de piedra, brota un arroyo de agua
transparente en “Los Mogotes”. En “
Queda en evidencia que El
Zapato era el atractivo turístico por encima de los otros, y el lugar obligado
para los turistas. Otros sitios como
El 400 aniversario de Capilla del Monte
En el año 1985 se conmemoró el 400 aniversario de
la fundación de Capilla del Monte tomándose como fecha fundacional el 30 de
octubre de 1585, año en que se completa la entrega de la merced a Luisa Jaimes,
hija de Bartolomé Jaimes. En aquella ocasión
El
documento comienza con una nota editorial del entonces intendente de Capilla,
Diego Sez, quien hace mención de la recuperación de la democracia argentina en
el año 1983, y del importante papel que juega
El
artículo principal del documento es una reseña histórica de la localidad de
Capilla del Monte, Sinopsis de 400 años
de Vida (Dirección Municipal de Turismo, 1985), donde más de la mitad
del texto versa sobre las sucesiones y herencias de las mercedes y las tierras
(de las cuales se han expuesto algunos datos en el anterior apartado). Se trata
de una narrativa de la historia donde se valora y privilegia el derecho de
propiedad, más que el entorno social donde se desarrollaban esos
acontecimientos. Es el relato tradicional de historia fáctica caracterizada por
hechos y fechas en orden cronológico, en vez de los procesos, relaciones y contextos.
Durante
la lectura de
Al
comienzo de
Capilla del Monte, ciudad turística del Valle de
Punilla, y esencialmente población cordobesa enraizada en las tradiciones
serranas, toma en este año 1985 la decisión de conmemorar su origen y honrar a
sus ancestros, a sus pioneros, a los hombres sencillos que labraron a lo largo
de siglos su presente.
En aquel
momento la localidad se retrataba a sí misma como turística y tradicional. No
obstante también se apoyaba en los ancestros
fundadores y pioneros hispanos que la
poblaron. En la compilación de artículos periodísticos realizada por Susana
Allié (1985) es posible observar un nexo muy fuerte con la hispanidad asociada fundamentalmente a la figura de Bartolomé
Jaimes, “un andaluz que dejó herencia” tal como se titula unos de los recortes.
En octubre de 1985 se recibieron diferentes delegaciones y funcionarios de
España “para los festejos de los 400 años de la localidad de Capilla del Monte,
para lo cual fueron especialmente invitados por las autoridades locales” (
Mas esta breve caracterización de identidad
no termina ahí ya que se incorporan nuevos rasgos que intentaban afianzar una
conciencia identitaria específica. Hacia el final de
Que el nombre de nuestro pueblo, nacido alrededor
de su Capilla, y bajo la advocación de Dios que siempre estuvo presente en la
magnificencia de nuestro paisaje nos convoquen para que la celebración de estos
cuatro siglos nos encuentre unidos y proyectados hacia un futuro de paz y
comprensión.
Por
lo tanto desde el discurso oficial Capilla del Monte se representaba como
religiosa o católica (bajo la advocación
de Dios), natural (magnificencia de
nuestro paisaje), turística (ciudad
turística del Valle de Punilla) y tradicional (población cordobesa enraizada en tradiciones serranas). En los años
venideros estos elementos identitarios irían variando y privilegiando otras
marcas de adscripción que se describirán más adelante. Lo importante para
destacar aquí es cómo se pensaba la localidad en ese momento histórico ya que
meses más tarde, en enero de 1986, comenzaría una abrupta transformación en
cuanto a la composición social de los habitantes y a los rasgos que se
exaltarían de la comunidad.
En el
resto de la publicación se exhiben los principales paseos, actividades,
atractivos, características climáticas y de la geografía de Capilla del Monte.
Una de las cuestiones más interesantes es que no hace ninguna mención de
ninguna de las narrativas predominantes en el presente, ni de lo místico, lo
esotérico y menos aún de lo extraterrestre. Se detallan además una serie de
paseos como El Zapato, Los Mogotes, Los Terrones,
De
esta manera, finalizando el año 1985 Capilla del Monte era, desde la perspectiva
oficial, una localidad con vida propia, dependiente del turismo basado en los
atractivos naturales de la zona, fundamentalmente tradicional y religiosa. El
cerro Uritorco era un sitio secundario y el principal símbolo de la localidad
era El Zapato. El dique El Cajón era un proyecto y no existían ni el lago
formado por la represa (finalizada en 1993), ni las actividades acuáticas que
le son propias y tan promocionadas hoy en día. Mientras tanto, en ese mismo
lugar, se gestaba otra historia que en pocos años más se exaltaría sobre esta
instantánea de 1985.
Orígenes
de
Desde la segunda mitad de la década del ochenta hasta la
actualidad en esta localidad del Valle de Punilla sucedieron una serie de
cambios significativos a nivel social, cultural y turístico. El origen de lo
que hoy se denomina Zona Uritorco
puede rastrearse en ciertos antecedentes concretos como
El 9 de enero de 1986 aparece
sobre
Por
ese entonces, en abril de 1986[13], en Nuevediario,
noticiero sensacionalista del canal 9, bajo los jadeantes relatos del
periodista José de Zer, se difundió popularmente la noticia que en el cerro
Uritorco se podían ver seres extraterrestres y supuestamente se logró un
avistamiento filmado, en el cual se observaban una serie de luces que giraban
en torno a la pantalla. Todavía hoy recordado por muchas personas, este informe
colaboró en otorgarle al cerro Uritorco un renombre a nivel nacional como el
lugar de avistamientos ovnis,
institucionalizando la zona como exponente de lo sobrenatural y lo
extraterrestre.
Paralelamente,
comienzan a afianzarse una serie de narrativas que venían gestándose en años
anteriores, como el Bastón de Mando, la mitológica ciudad de Erks, y el templo
del Santo Grial, así como las nuevas interpretaciones sobre los comechingones y
la energía especial que posee la zona, y que en cierta manera contribuyeron a
la reinvención de la historia local. Bajo el rótulo de literatura esotérica, se
publican obras de autores como Guillermo Alfredo Terrera, Trigueirinho, Dante
Franch y otros, en donde se ponen de manifiesto estas narrativas, otorgándole a
Capilla del Monte y al cerro Uritorco un nuevo marco de significados y formas
de experimentar la realidad.
En líneas generales, estos antecedentes fueron
creando un centro de atracción para aquellas personas que habían iniciado un
camino de búsqueda espiritual. Algunos de estos peregrinos, luego de varias
visitas, optaron por quedarse a vivir en Capilla del Monte y sus contornos,
abandonando súbitamente sus profesiones cosmopolitas y el ritmo ciudadano, para
abocarse a actividades artesanales o relacionadas con el turismo
místico-esotérico.
Las
principales razones que motivaron a los nuevos residentes pueden sintetizarse
en una profunda necesidad de mejorar la calidad de vida y entrar en contacto
con la naturaleza, un sentimiento de atracción por la energía del cerro
Uritorco, o la vivencia de una experiencia con los ovnis o “seres” del lugar.
Estos “nuevos capillenses”, como son llamados por los antiguos residentes del
pueblo –aunque algunos también se autodenominan esotéricos-, “coinciden en una misma actitud: rompieron con lo que
constituía su vida, volvieron a empezar desde un punto inesperado, y todos se
volvieron fanáticos del lugar” (Dirección Municipal de Turismo, 1985, p.
16). Generalmente enraizados en la corriente ideológica de
Año 1980: 6779 (Censo Nacional)
Año 1985: 7000 (Dirección Municipal de Turismo [1985])
Año 1991: 7626 (Censo Nacional)
Año 1996: 8503 (Censo Provincial)
Año 2001: 8940 (Censo Nacional)
Año 2005: 12.000 aprox. (FIGUEREDO, 20/03/2005, p.44).
Si
bien muchos de los recién llegados se integraron a la actividad turística de
diferentes maneras, sea como guías, terapeutas, artesanos, hoteleros o
comerciantes, también fueron variando la dinámica de la vida cotidiana y de las
costumbres de la comunidad capillense, imponiendo un estricto respeto por la
ecología, innovando en un tipo de alimentación vegetariana, y ofreciendo a los
pobladores locales toda una gama de cursos sobre terapias y temas no
convencionales, tales como yoga, astrología, reiki, artes orientales,
calendario mayas, tarot, ovnis, reflexología, etc.
En
los años posteriores a 1986 el turismo siguió aumentando y el cerro Uritorco se
fue convirtiendo en el atractivo turístico privilegiado de la localidad debido
en parte a que ocupa un sitio central en las nuevas narrativas locales. En tal sentido el Uritorco es valorado
como un sitio sagrado para los comechingones, como el lugar donde se halla
oculto el Santo Grial y el Bastón de Mando, como una fuente de energía
espiritual, o como en entorno geográfico
de la ciudad intraterrena de Erks (la cual recibe seres extraterrestres de todo
el universo). Según las cifras estadísticas de
De esta forma Capilla en el presente recibe una gran
cantidad de turistas anualmente[15]
ya que ofrece una amplia variedad de atractivos turísticos naturales como son
sus coloridas sierras, su agradable clima, ríos y un dique que forma un espejo
de agua que permite la realización de actividades deportivas y acuáticas,
principalmente durante la época estival. También se llevan a cabo diversos
eventos deportivos, fiestas folklóricas, espectáculos musicales, y concursos
varios durante distintos momentos del año que permiten mantener ocupada la
capacidad hotelera en las temporadas alta y baja gracias a la variedad del
público que la visita. De tal modo, la oferta turística es muy variada, no es
únicamente un atractivo ovni, por lo cual apunta a generar focos de interés
para estudiantes, familias, jubilados, sindicatos; se producen actividades para
la gente de todas las edades y existen alojamientos desde campings hasta
hoteles de categoría.
Pero lo que diferencia a Capilla del Monte del resto de las
localidades de Punilla es que el paisaje ha sido “coloreado”[16]
con los tintes de lo místico, lo extraterrestre y lo energético; los antiguos
atractivos naturales del área son resignificados bajo un prisma de mágicas energías
y se re-sacralizan los pasados templos de los comechingones para dar lugar a
rituales de
Finalmente, el
sector público local se plegó a este proceso de esoterización de la localidad
iniciado por los nuevos capillenses.
Desde
Por
lo tanto, es posible observar cómo Capilla del Monte pasó de ser un pequeño
pueblo turístico con población enraizada
en las costumbres serranas a ser una localidad de aproximadamente doce mil
habitantes con gente proveniente de las ciudades y relacionados con diferentes
matrices culturales. Por su parte, el cerro Uritorco se instituyó como centro
simbólico y primer punto de interés turístico del área. De este modo, Capilla y
todos los atractivos turísticos de la área se transformaron ahora en una nueva
región simbólica de significación denominada
Síntesis final
A principios de la década del
ochenta, esta localidad ya estaba consolidada como un atractivo turístico
periférico al norte del Valle de Punilla. En octubre de 1985 celebraba los
cuatro siglos de su fundación. El Zapato, y el resto de los atractivos
naturales, junto con la tranquilidad del pueblo, sus habitantes enraizados en las costumbres serranas y
la religión cristiana –también reflejada en la parroquia que le daba el nombre
a la localidad- se exaltaban como las características distintivas de la imagen
turística de Capilla del Monte. De igual forma, dicha imagen se correspondía
con las narrativas históricas, que privilegiaban las virtudes y sacrificios de
encomenderos, gauchos, criollos y demás fundadores, al tiempo que omitían la
presencia indígena en la región. Simultáneamente, las antiguas narrativas
construían un paisaje natural de aguas
cristalinas, cielos despejados, imponentes sierras, curiosas formaciones
rocosas, y aires limpios y purificadores, en los cuales “Dios siempre estuvo
presente en la magnificencia de nuestro paisaje”[18].
La aparición de
Desde luego que el advenimiento
de los peritos ufológicos y la difusión de las nuevas narrativas de los
fundadores de la discursividad facilitaron un marco interpretativo que permitía
la clasificación de este suceso, y de muchos otros, dentro de un esquema
simbólico de nuevos significados. Estos últimos no eran, ni lo son todavía,
compartidos por la totalidad de los residentes y los distintos sectores de
Capilla del Monte. Sin embargo, luego de un período de casi veinte años y
mediante un proceso de esoterización de la localidad tales significados son los
que predominan en la construcción de las imágenes turísticas contemporáneas. De
tal modo, las narrativas esotéricas gradualmente fueron oficializándose por el
sector público, así como también se mercantilizaron a través del sector
privado. De forma similar, algunos residentes locales y la gran parte de los
nuevos migrantes adoptaron y afianzaron el nuevo sistema interpretativo en el
ámbito local, produciendo interesantes modificaciones culturales y formas de
representación de la comunidad capillense.
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[1] Prof. Lic. en Ciencias
Antropológicas FFyL, ICA, UBA. Argentina. apitecus@hotmail.com
[2] “Las mercedes eran concedidas a perpetuidad, por la importancia de los
servicios prestados a
[3]A diferencia de
[4]En la actualidad muchos de las obras
edilicias de las Misiones Jesuíticas han sido declaradas Patrimonio Cultural de
[5]“[…] es un de los sabios alemanes venidos
al país por iniciativa del presidente Sarmiento. Fue catedrático de
[6] Según datos orales de Don
Nuñez (entrevista del 24-10-01).
[7] Gentileza de Gustavo Jaimes.
[8] Dra. Miriam E. Cursio es museóloga, fundadora
del “Caserón de los Recuerdos”.
[9]En la actualidad es el director del Centro
de Informes Ovni (CIO), editor de la revista “Uritorco Ovni” y conduce el programa
radial “Alternativa Extraterrestre”. Además cuenta ya con más de tres libros
publicados sobre la temática OVNI.
[10]Ver 4º Festival de Folclore Español.
Capilla del Monte. Córdoba. Argentina. (8 al 11 de enero de 1976).
[11] Zerpa y Romaniuk son ambos investigadores
muy reconocidos a nivel nacional del fenómeno ovni.
[12] Ver Terrera (1996; 2003) e Suárez (2003).
[13] Datos proporcionados por el archivo de
Canal Nueve, Buenos Aires (Gentileza de Virginia Califano).
[14] Desde el año 1999 esta
subsecretaría tuvo que incorporar en las encuestas al cerro Uritorco como
sub-categoría dentro de Motivaciones.
[15]Desde el año 2001 la cantidad de turistas
anuales supera las cincuenta mil personas (Datos de Subsecretaría de Turismo
local).
[16]Para Daavyd Greenwood (1992, p. 258) “color
local” significa una versión mercantilizada de la cultura local que es
comercializada a partir de la actividad turística.
[17] Disponible en <http://www.capilladelmonte.com.ar/FenómenoOvni/>
[18] Dirección Municipal de Turismo de Capilla
del Monte (1985): “1585-1985. Capilla del Monte en su 400 Aniversario”. Centro
Editor de Córdoba. pág. 12.